Postraciones tibetanas el 1 de Abril
¿Qué son las postraciones tibetanas?
El 1 de Abril en Valencia, Santosha. Vamos a realizar una iniciación de una práctica tibetana. Las postraciones medicinales Tibetanas.
Existen tres formas diferentes de practicar este milenario ejercicio y el más desconocido es el medicinal. En algún momento es probable que hayas visto documentales de tibetanos tirándose al suelo en peregrinación a lugares sagrados, andando miles de kilómetros por toda la estepa tibetana. También es muy popular el saludo a las figuras espirituales en el que los devotos se postran tres veces delante de su maestro o gurú. Este tipo de postración pertenecen al saludo cultural y a su manera de mostrar respeto a los líderes religioso. Los peregrinos andan kilómetros postrándose en el suelo cada tres pasos para purificar su Karma y sus espíritus.
Pero la postración más desconocidas es la medicinal por su condición medicinal. Esta forma de practicarlo difiere de las mencionadas antes porque solo la han practicado aquellas personas que tenian una enfermedad grabe, como puede ser el V.H.I, cancer, lepra etcétera.
Mi maestro Iván cambio el resultado de sus análisis.
Iván Pallarés García fue mi maestro durante quince años. Era un maestro de artes marciales tradicionales que por causas del destino tuvo pruebas vitales que lo llevaron al límite de su propia superación, enfrentándose a la muerte en diversas ocasiones y por motivos distintos.
Es gracias a la vida de mi maestro que más de mil personas han aprendido hacer este ejercicio potente que no solo sirve para los enfermos sino para mantener una salud de hierro.
Él practicó dos ciclos de postraciones de 111.111 para cambiar el resultado de los análisis y los cambió.
La ciencia no puedo explicar cómo ocurrió ese resultado pero las palabras textuales del médico fueron
«no sé que estás haciendo, pero cuando no quisiste medicarte pensé que te moririas en menos de una año… ahora mismo no puedo explicar que ha ocurrido ni tan siquiera la ciencia puede hacerlo así que sigue haciendo lo que haces…»
Las postraciones medicinales sanan la raíz de la enfermedad.
En la historia de la vida de Iván que puedes leer en la novela que escribí hace unos años podemos encontrar este fragmento:
«Iván comenzó a practicar aquellos ejercicios en casa de Rober. Corría las cortinas para que no entrara la luz de la calle, apagaba las luces y encendía unas velas y comenzaba su ejercicio completamente solo, sin que pudieran estar Rober y Yoli. El ejercicio era muy simple a primera vista. Veintiún movimientos se repetían varias veces. Comenzó haciendo veinticinco repeticiones y cada día, fue subiendo cinco postraciones más, hasta que llegar a quinientas. Cuando llego a las quinientas, comenzó a recitar un mantra, unas frases que también eran las mismas todo el rato y que, de tanto repetirlas se transformaban en una melodía casi hipnótica. El nivel último del ejercicio, era hacer una visualización en cada movimiento. Estas visualizaciones, se basaban en imaginar a sus enemigos, amigos, los maestros que había tenido y otra serie de imágenes que de momento no vienen al caso, por ser de una sofisticación, que costaría entender al lector semejante significado. Todo esto complicaba enormemente el ejercicio. Debido a lo acostumbrado que Iván estaba desde pequeño en sus entrenamientos marciales, a visualizar oponentes cuando realizaba sus katas, no le costó mucho, crear todas esas imágenes en su mente mientras hacia el ejercicio. De todas maneras acababa siempre completamente extenuado, tanto física, como psíquicamente. La otra particularidad que tenía el ejercicio, era que se tenían que hacer todos los días sin excepción, no podía fumar ni beber. Por si fuera poco, Kunga le prohibió comenzarlas, si no iba antes a ver a un lama que había en valencia, para que le diera la toma de refugio. Esto último trastorno un poco a Iván, ya que le pareció, que el ejercicio era religioso y el no era creyente de ninguna religión. Kunga le dijo, que religión y espiritualidad, no eran lo mismo, así que si no quería convertirse en sur espiritual, no podría tomar la toma de refugio y sin ella, no debería comenzar el ciclo de postraciones, que constaba de nada más y nada menos deIván comenzó a practicar aquellos ejercicios en casa de Rober. Corría las cortinas para que no entrara la luz de la calle, apagaba las luces y encendía unas velas y comenzaba su ejercicio completamente solo, sin que pudieran estar Rober y Yoli. El ejercicio era muy simple a primera vista. Veintiún movimientos se repetían varias veces. Comenzó haciendo veinticinco repeticiones y cada día, fue subiendo cinco postraciones más, hasta que llegar a quinientas. Cuando llego a las quinientas, comenzó a recitar un mantra, unas frases que también eran las mismas todo el rato y que, de tanto repetirlas se transformaban en una melodía casi hipnótica. El nivel último del ejercicio, era hacer una visualización en cada movimiento. Estas visualizaciones…»
Fragmento de KARMA – Un rayito de luz en la oscuridad.
Un taller corto pero profundo y auténtico.
Si te animas a venir contacta por privado conmigo por redes sociales, teléfono o email. Si traes a otra persona por el gesto de qué otras personas conozcan esta milenaria técnica te saldrá el taller tan solo por la mitad.
Estamos en un momento donde cualquier práctica que nos ayude a ver las cosas con mayor claridad es muy necesaria.
Desde un tiempo antiguo nos llega esta técnica para beneficio de las personas e hoy en día, si te resuena lo que lees, ven con nosotros a un viaje en el tiempo.